Una vez más el sistema multipolar de Westeros jugó a favor de los Lannister, tal como había sucedido durante la Guerra de los Cinco Reyes. Los Lores de Westeros, a pesar de percibir a la familia de Casterly Rock como la más poderosa y amenazante, no pueden formar una alianza. ¿Cómo es posible que siendo ya la 7° temporada los protagonistas todavía no lo hayan aprendido?
Desde la teoría realista de las Relaciones Internacionales pueden ofrecerse 3 respuestas:
1) Stephen Walt y su teoría del “balance de amenazas”: Walt afirma que los Estados no sólo balancean contra el poderoso sino que también lo hacen (y más frecuentemente) en dirección a los que perciben como una amenaza. Países como Irán y Rusia definen a EEUU como su principal amenaza. No obstante, sus despliegues militares y sus principales hipótesis de conflicto (es decir, la mismísima política de balance) se corresponden con escenarios regionales (en el caso de Rusia, la situación en Ucrania/Europa Oriental y en el caso de Irán, Arabia Saudita).
2) Randall Schweller y los balances sub-óptimos: Aun detestando o temiendo a la Casa Lannister, los Estados pueden preferir no balancear o no sumarse a alianzas. Jon Snow sabe que su territorio se encuentra lejos del alcance del ejército de Cersei y, tal como lo recordaba Roose Bolton, ellos nunca se aventuraron hasta el Norte. La geografía y el clima son escudos que le permiten al King in the North eludir una potencialmente costosa alianza con Daenerys.
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